viernes, 28 de febrero de 2020

Buscando un Guaidó para España


            
Juan Guaidó


          El gobierno socialcomunista que padecemos ya fue adjetivado y advertido en este blog, en un artículo de doce de enero pasado: https://enriquelavilla.blogspot.com/2020/01/el-gobierno-de-coalicion-social.html. En esas líneas se prenotaba el fondo humano y político de su Presidente, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, carente de la más elemental ética y en esa falta de ética un actuar sin afanarse lo necesario en una mínima dosis de dignidad en su conducta que a diario está deviniendo –cada vez más- en una actuación sin vergüenza:

  • ·         plagio de su pretendida tesis doctoral
  • ·         nombramiento de Fiscal genera a su ex ministra de Justicia
  • ·         prometer un plan a los electores y realizar el contrario tras ser investido
  • ·         desechar a UP como socio de gobierno para que él y los españoles pudieran dormir tranquilos y comprar después –al parecer- una nueva cama de matrimonio para hacer ‘dormibles’ (sic) las noches con Iglesias
  • ·         admitir que los separatistas terminen con el estado y ayudarles a ello
  • ·         etc., etc., etc. podríamos seguir enumerando un etc. casi indefinido


            A partir de este presupuesto, que ha sido bien contrastado con los acontecimientos, nada bueno es esperable para España y, a poco que nos descuidemos, sí convertirnos en el caos de una república ‘coletariana’ (sic) al estilo de la república bolivariana de Venezuela. Los populistas en el Gobierno han vivido en ese humus nutriéndose de él, económíca e ideológicamente, tanto como han podido. También coadyuvando a su desarrollo.

            Esto conlleva la consecuencia política más indeseada, la que supone el desmantelamiento del estado que surgió de la Constitución de 1978, o lo que es lo mismo, ejercer una acción de gobierno cotidiana que supone un golpe de estado continuado a golpe de decreto de los Consejos de Ministros. Vaya por delante para quien al leer estas palabras me tache de catastrofista/agorero de males, que ya al iniciar su discurso de investidura proclamó, sin que nadie se lo hubiera pedido, ‘España no se rompe’ ¿No suena eso a ‘excusatio non petita’? O es que acaso no se está gobernando

  • ·         sin el menor respeto a las buenas maneras (aseo personal, indumentaria, chabacanería en el hablar)
  • ·         sin el menor respeto a las personas
  • ·         sin el menor respeto a las normas de protocolo
  • ·         sin el menor respeto a las leyes y a la Constitución
  • ·    sin el menor respeto a las instituciones del Estado con las que se juega como lo hiciera un   prestidigitador
  • ·         sin el menor respeto a la nación española


            Frente a este peligro tan grave y tan perentorio que ha comenzado ya a materializarse estamos obligados a defendernos. Somos ciudadanos de un estado social y democrático de derecho nacido de la Constitución de 1978 y queremos y debemos seguir siéndolo. La ley es la garantía de la democracia; fuera de la ley sólo existe la selva y ya se perciben en nuestra España los golpes al sistema que practican todos los regímenes autocráticos: el poder ejecutivo lo es todo, lo puede todo, no le controla nadie y no hay más poder que él. Es el equivalente político al solipsismo psicológico: el universo soy yo porque se ha hecho para mí; fuera de mí no existe nada ya que todo lo ajeno a mí es para mí y nada más que para mí.

            La circunstancia es particularmente grave porque a causa del fondo humano y político de Sánchez y su falta de ética está vendiendo el estado de 1978 precisamente a los enemigos del estado, a los separatistas y a los populistas. En las luchas humanas triunfa siempre el de un nivel de ética más bajo ya que carece de escrúpulos para acometer asuntos que una persona bien dotada no acometería, y en la defensa de aquellos envites la ética más acendrada tampoco le permite actuar más allá de lo que es estricta ‘legítima defensa’. Y si esto no es así que alguien me diga a quién se le ocurriría en España una moción de censura de la mano de separatistas y populistas para separar del poder al Partido Popular y tras unas elecciones con peores resultados del PSOE que en las anteriores formar un gobierno con populistas de UP y sostenido por pactos inconfesables con los separatistas catalanes, los separatistas vascos y los herederos de ETA.

            Ha emergido ya -laus Deo- la plataforma cívica Unión 78 promovida por Rosa Díez y Fernando Savater. Apoyo a la Plataforma y apoyo más aún a sus promotores. Que no desfallezcan en su empeño.

      Pero con una plataforma no basta porque es preciso separar del poder a este gobierno socialcomunista que hace a diario almoneda del estado. Es imprescindible un partido político con un liderazgo nuevo ya que los partidos que pudieran haber terminado con este estado de cosas no han sido capaces de coaligarse para ello. El PP da muestras de que Pablo Casado se va afianzando en el liderazgo poco a poco, pero es claro que aún no está consolidado como presidente incuestionable del partido. Ha sido capaz de dar un golpe de autoridad en las provincias vascongadas destituyendo a Alfonso Alonso y creando una coalición vasca con C’s, extremo que no ha podido conseguirse en Galicia donde Alberto Núñez-Feijóo cuenta con la fuerza de presidir la Xunta y presidirla tras haber obtenido mayoría absoluta en las elecciones.

            Ya en las pasadas elecciones debió preverse la situación a que podríamos llegar (la moción de censura fue lo suficientemente expresiva) y haber hecho una coalición de Partido Popular, Ciudadanos y VOX que debería haber ganado las elecciones. Los personalismos la impidieron, lo que es muestra de falta de generosidad y, en nuestro caso, también de cortedad de visión política. La tajante negativa de Rivera a pactar con VOX fue decisiva. Hoy ya no está Rivera y el partido que dejó maltrecho se está refundando a base de Inés Arrimadas, inasequible al desaliento y ganadora de más de una elección en Cataluña. VOX es una deriva populista, como lo es PODEMOS, que se desgajó del PP a la vista de su blandura y tiene formas autoritarias nacionalpopulistas que le han llevado a alinearse con partidos homólogos europeos. Detalles estos que hacen tener una cierta prevención contra VOX, pero también es posible que asociados a formaciones como el PP o C’s adquieran un lustre más liberal-conservador del que hoy irradian.

            La plataforma Unión 78 es digna de apoyo, pero no basta. Lo que sí es posible es que surja de entre ella, o por causa de ella,  un líder al estilo de Guaidó en Venezuela pero es necesario con mucha mayor antelación a la emergencia de Guaidó allá. Venezuela estaba ya aniquilada cuando hace trece meses se le invistió como Presidente encargado. Eso ha evitado que pudiera salirse de la situación en poco tiempo. Afortunadamente, la salida del dictador Maduro y el desmantelamiento de su régimen tiránico parecen hoy próximos. Ojalá, antes de que España quede aniquilada, tengamos un Guaidó español, con apoyos de todos los que se sienten, son y no quieren dejar de ser ciudadanos españoles, que lidere un partido nuevo o de los ya existentes,  capaz de separar del poder a este gobierno en la elecciones próximas y enderezar el rumbo perdido. Un rumbo que indefectiblemente debe ser hacia una paz próspera, siempre en libertad.

            Reformas, todas las necesarias. Desarbolar la estructura del estado, de ninguna manera lo podemos permitir.










































E.L./28.02.2020

viernes, 10 de enero de 2020

El gobierno de coalición social-comunista


          

Los ministros de UP que se esperan para el nuevo Gobierno


         Pedro Sánchez ha demostrado, como nadie, sus dotes de prestidigitador de la política sobre un fondo humano y político carente de la más elemental ética. Desde que prosperó su moción de censura contra Rajoy no he parado de oír insultos contra él: ‘okupa’ (que nunca lo fue aunque su ocupación de Moncloa nos chirriara a muchos: fue conforme a derecho, aunque rebosante de ilegitimidad por los socios que la secundaron), traidor, felón, embustero…Simplemente en su falta de ética no se afana en una mínima dignidad en sus actos. Jamás insultaré a nadie, convencido de que el insulto personal siempre descalifica al que lo profiere. Sin embargo, no puedo pasar sin dejar unos apuntes de la circunstancia política que vivimos y que nos ha traído el inefable Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Una circunstancia política que va a dirigir un gobierno de coalición por primera vez en democracia y cuya última experiencia histórica fue el también gobierno social-comunista de Largo Caballero entre 1936 y 1937. Nótese que Largo, si bien asume la presidencia del Consejo de Ministros en septiembre del 36, cuando ya la guerra incivil había comenzado dos meses antes, había sido ya ministro en el primer bienio republicano y fue líder de la Revolución de Asturias de 1934 desatada por el PSOE, que no aceptó (y así lo expresó explícitamente) la victoria de la derecha en las urnas.

          Es súper sabido que no podría dormir tranquilo -ni él ni los españoles, dijo- en un gobierno de coalición con Unidas Podemos’. Nada más lógico: UP es una formación populista antisistema y, en consecuencia, anticonstitucional, antiespañola, republicana y contra el estado social y democrático de derecho que surgió del consenso de 1978. Pues bien, nadie sabe ahora lo tranquilo que va a dormir Sánchez con un gobierno de coalición con UP en cuyo Consejo de Ministros se sentarán un vicepresidente y cuatro ministros, dos de ellos pareja entre sí por hacer más bonito el paisaje. Yo no me siento tranquilo ni en el sueño ni en vigilia.

Abrazo entre Sánchez e Iglesias poco después de las elecciones

          Después de haberse quitado de encima (mirando hacia otro lado y no de otra manera) sus miedos por compartir Gobierno con UP, Sánchez comenzó su discurso de investidura proclamando que “España no se rompe”. Los que conocemos el aforismo latino de “Excusatio non petita…” nos vimos compelidos a hacer un esfuerzo de serenidad por nuestro propio bien, pero tomando muy buena nota de todo. Tras ello proclamó, sin despeinarse –bien lo sabe Dios-, que “no había tenido otra posibilidad de pacto” que no fuera con UP. Toda España sabe que la derecha representada por PP y C’s le habían ofrecido crear un gobierno de coalición con el PSOE para haber ejercido un sólido gobierno de Estado que permitiera arrostrar sin fisuras el mayor problema que tiene planteado la política española: la independencia de Cataluña azacanada y vilmente perseguida desde las mismas instituciones del Estado en la Comunidad Autónoma. Y seguimos consintiéndolo desde el gobierno central, no desde el gobierno de España como ladinamente dicen los independentistas ¡Qué mala aplicación hicimos en época de Rajoy del art. 155! y esas aplicaciones tan malas desgastan el precepto, le restan espesor y solidez.

          No contento con todo ello se atreve a pactar la abstención en las votaciones de investidura  con ERC, cuyo líder está condenado por sedición y proclama en el hemiciclo y, por lo tanto, ‘erga omnes’, que el ‘conflicto’ catalán es político y que hay que desjudicializarlo. Además de usar la jerga independentista, que es vestirse con el uniforme inapropiado ¿se dará cuenta de nuestra zozobra si lo desjudicializáramos a él? ¿Podría un presidente del Gobierno ser inmune al poder judicial sin que peligrara nuestro Estado de Derecho?

          Y nótese, y esto es aún aun más grave, que llegó a proclamar también que ‘la ley por sí sola no basta’. Si con ello hubiera querido decir que la ley precisaba del poder ejecutivo para conminar por la fuerza a su cumplimiento y del poder judicial para interpretarla y aplicarla de la manera más justa posible hubiera estado bien, pero no; no se refería a eso, no se hagan ilusiones. Se refería a un compadreo con el incumplimiento de la ley, intolerable en democracia: nos dijo que había pactado una mesa de negociación; un referéndum por la autodeterminación de Cataluña hecho en Cataluña en exclusiva, burlando de esa manera la soberanía nacional española que reside en el pueblo español, en todo el pueblo español y nunca en una de sus partes. Fuera de la ley sólo existe la selva, conviene que se sepa.

          Ante tamaños despropósitos (que son desafueros políticos) tengo la esperanza de que la naturaleza del Presidente, a más de ser escasa en ética, de exigua dignidad (no sé si al hablar de dignidad caben las graduaciones), frentista, sectaria, poco amiga de la verdad es también inmensamente confiada en su astucia para los juegos de triles y de la misma manera que ha engañado con la bolita a toda España, comenzando por los votantes del PSOE, engañe también con la misma bolita de trilero a Unidas Podemos y a los independentistas, filoetarras y otras formaciones que han apoyado la investidura. Las noticias que se van sabiendo sobre la formación de gobierno hacen pensar en que la causa de un gobierno tan numeroso es la de diluir a UP; la de nombrar cuatro vicepresidentes y no tres es la de diluir la influencia de Iglesias y que –sobre la marcha- en el transcurso del tiempo engañe también a las formaciones que se han abstenido en la votación de investidura. Quizá sea por aquello del que no se conforma es porque no quiere pero yo tengo esa esperanza.

          Y termino con una demanda exigente para Cataluña. Es la hora de la firmeza en el cumplimiento de la ley entera: desde la Constitución hasta el reglamento más nimio y las normas de protocolo. Unidas Podemos no ha estado en esa línea pero ha de ponerse en línea y también cumplir las normas de protocolo. De lo contrario flaco favor hará al gobierno al que debe servir, no del que debe servirse.

          En marzo de 2017 publiqué en este mismo blog una reflexión que se titulaba “Me duele España”. Hoy me sigue doliendo, pero entre todos debemos hacer por que España retome la senda de estabilidad que merece una nación tan antigua y tan afanosamente construida como la nuestra. Nada menos que setecientos años de guerra contra el Islam invasor de la península en el s. VIII.

          Un año antes, febrero de 2016, escribí y después volqué en el blog en diciembre del mismo año, cuando lo inicié, el artículo “Venezuela y Podemos. La República bolivariana de Venezuela ¿hacia una República coletariana de España?”

          Y sobre el problema de Cataluña tengo también  unas cuantas referencias en el blog.

          Espero que el gobierno social-comunista que va a formar Sánchez no se parezca en nada al de Largo, su predecesor en el PSOE de los años 30, que Unidas Podemos coadyuve a la eficacia de la gobernación de España, comenzando por embridar con firmeza la aberración del independentismo catalán, que la oposición lo exija como es debido en las democracias modernas consolidadas. Y que todos progresemos de veras. No porque el gobierno se diga progresista sino porque se empeñe en el progresos real de los españoles.

          Con esa esperanza termino estas líneas. Que sea así.


E.L./12.01.2020

domingo, 23 de junio de 2019

Cada día, al menos una falta de respeto al Estado


Pablo Iglesias Turrión




Francisco Serrano Castro
(El Juez Serrano)



Es llamativa para muchos la coincidencia entre VOX y Podemos a propósito de la sentencia del TS al enjuiciar los delitos de la manada. Y que conste que no tiene nada de particular en formaciones que surgen sin ideas ni objetivos concretos –a no ser la consecución de poder- sino más bien al albur del populismo (lo que las masa demanda ante el fracaso, por corrupción desmesurada en nuestro caso, de los partidos predominantes)

Mientras Pablo Iglesias felicitaba el viernes a la lucha feminista por la sentencia, creadora de jurisprudencia, e Irene Montero valoraba en un video la sentencia proclamando que "sin el movimiento feminista, sin el esfuerzo enorme de millones de mujeres que no han parado de gritar 'hermana, yo sí te creo', esta sentencia no sería posible", el juez Serrano (líder de VOX en Andalucía) afirmaba el sábado que la sentencia “no se atiene tanto a los hechos probados como a apreciaciones influidas por la presión externa.”

Por encima de Iglesias no hay más cúpula que pueda desautorizarlo y como se trata de un partido que vino a sustituir el sistema por otro, lo entiendo. Va en la naturaleza de Podemos, de Iglesias y de Montero. Lo que no entiendo es que continúe sin ser ilegalizado (la ministra portavoz insiste una y otra vez en que no hay en España ningún partido que no sea legal y legítimo; me temo que es incapaz de distinguir entre lo legal y lo legítimo) En lo que se refiere al juez Serrano me duele su postura (y más siendo juez) pero VOX ha salido con el capote de brega a desautorizarlo y su reacción ulterior ha sido aún peor: acusa a la turba “feminista supremacista” de dictar la sentencia, llegando a proferir que "hasta un gatillazo o no haber estado a la altura de lo esperado por la mujer podría terminar con el impotente en prisión" ¿Se habrá dejado él influir de tal manera en sus resoluciones judiciales mientras estuvo en activo?

Como se ve, todo un horror en dos fuerzas visiblemente antagónicas con una gran falta de respeto por el Estado.

E.L./23.06.2019

jueves, 6 de junio de 2019

“El mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad” (Einstein)




Albert Einstein

         
            

     La cita del título de este escrito, proclamada por Alberto Einstein, es una realidad palmaria. Malas personas existirán siempre y harán maldades reiteradamente; sólo corremos peligro por permitirles su maldad.
        
       En diciembre 2013 publiqué un artículo que se llamaba “No podemos seguir viviendo sin valores” Pues al día de hoy seguimos viviendo sin valores. Coincido con Jaime Mayor en que la crisis que vivimos no es de naturaleza política ni es económica: es una crisis total de la persona que abandonó sus valores en 1989 y no los sustituyó y que vive al margen de la ética, en su propio interés y con una desvergüenza creciente porque todo está permitido, nadie se atreve a exigir decencia al de al lado y viceversa, no se exige el cumplimiento de la ley.

     Y ahora me pregunto con rabia y con determinación ¿qué es una persona sin valores humanos y que vive al margen de la ética? No es más que gente. Decía Diógenes en el s. IV a C. “Mucha gente, pocas personas” Como se ve, la humanidad (la inhumanidad más bien) ha progresado poco cultural y espiritualmente en veinticinco siglos por más que el desarrollo material, de confort y bienestar, haya experimentado unas cotas grandes (para la parte del mundo –la menor- que podemos disfrutar de ellas)

         Y tras este prenotando, que consideraba obligado, voy a hacer unas reflexiones sobre la situación de España.

        Desde la creación del nuevo estado, el estado social y democrático de derecho creado por la Constitución de 1978, hemos vivido cuarenta años largos de paz, estabilidad y progreso como no se habían vivido antes en nuestra historia. Y no era perfecta la Constitución, no eran perfectos los padres que la engendraron, pero se arrancó de unos presupuestos de ilusión, de decisión, de verdad, de autenticidad con un objetivo claro: crear un estado nuevo que sustituyera al del viejo régimen con la voluntad que señala el Preámbulo: 1) garantizar la convivencia democrática dentro de la Constitución y las leyes; 2) consolidar un Estado de derecho que asegure el imperio de la ley como expresión de la voluntad popular; 3) proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones; 4) promover el progreso de la cultura y de la economía para asegurar a todos una digna calidad de vida; 5) establecer una sociedad democrática avanzada; 6) colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la tierra.

         Y me pregunto ¿se ocupa alguien desde hace ya décadas en que estos objetivos que comenzaron a cumplirse se mantengan vivos? La respuesta es rotunda: NO, LOS QUE SE DEBERÍAN OCUPAR NO SE OCUPAN. y lo que se va dejando termina corrompiéndose.

         Reproduciré algunos párrafos de mi artículo “Me duele España” publicado en este mismo blog en 5 de marzo de 2017:

‘Voy a repasar episodios varios de la vida pública y privada y analizar en ellos la presencia de bondad, de verdad y de belleza. Son todos los que están pero no están todos los que son.

¿Es belleza la contemplación de lo que estamos viendo a diario en la vida pública? Una diputada que entra en el hemiciclo con su hijo lactante para amamantarlo desde su escaño y demostrar así que está contra el sistema. Otro diputado con una “cola de caballo” que casi le llega a la cintura, que viste ajeno también al protocolo exigido en el Congreso, ante el Rey en Palacio, ante los demás. Otra diputada que en plena sesión se huele la axila ¿para comprobar si había usado el desodorante en los últimos tiempos? Un diputado que desde la tribuna habla del Rey de España como el Borbón.’

Hablando en la investidura, Anna Gabriel. En sesión ulterior hizo una comprobación del olor de su axila.
"Cosas veredes, Mio Cid"


Joan Tardá se ha referido al Rey como El Borbón
         ‘Se hace con imposiciones a la mayoría, sin educación, sin modales. Y todo esto lo están permitiendo las autoridades que nos representan sin inmutarse, como si nada anormal, zafio, prohibido estuviera ocurriendo. Unos dirigentes a los que se llama líderes, que carecen de capacidad de liderazgo, cuyo único objetivo es mantenerse en el poder y, como no tienen condiciones de líder, no saben qué hacer, no quieren molestar a nadie, no les importa dejarse molestar (sí, carecen de dignidad) no negocian sino que hacen componendas, en la mayoría de los casos, de compraventa de votos, de trapicheo de puestos en las instituciones, de te tapo hoy yo a ti para que el día de mañana me tapes tú a mí, mis vergüenzas e indignidades, naturalmente. Respecto a todos aquellos que quieren acabar con nuestro sistema, el sistema o se defiende o acabarán con él ¿y después? Mirando hacia otro lado, como hacen las autoridades que nos representan sólo conseguirán que de verdad lleven a cabo la demolición del sistema ¿y entonces qué pasará? Las demoliciones son rápidas; algunas casi instantáneas, las voladuras controladas, pero las reconstrucciones conllevan mucho tiempo y mucho esfuerzo.’

         En estos momentos, dentro de la estructura del estado sólo son confiables para mí la persona de S.M. el Rey, la sala II del Tribunal Supremo y los cuatro fiscales de Sala, el magistrado instructor y una buena parte del sistema judicial en su conjunto, no todo él. Hemos visto con vergüenza (y más los que tenemos un mínimo de sensibilidad jurídica) cómo se ha plegado la Abogacía del Estado al mandato del gobierno rebajando, de manera infame, la calificación en su escrito de acusación en el juicio sobre el ‘procés’.

         ‘¿Es la verdad y la lucha indeclinable por ella la negación por sistema hasta la saciedad del escándalo de los Ere’s de Andalucía, de la operación Gurtel en Madrid y en Valencia?’

         ‘¿Es seguir el camino del bien proclamar por parte de directivos nacionales del PP (podría ser de cualquier otro partido, que es lo peor) que es decisivo en su programa acabar con la corrupción en España al tiempo que la policía entra en el edificio de Génova –en la sede territorial de Madrid- buscando pruebas del pago de las obras de remodelación del edificio en dinero negro? En este caso se desprecia la verdad al mismo tiempo que se desprecia el bien. La corrupción en todos los órdenes (público y privado) se ha generalizado con tanta naturalidad que hemos llegado a perder la conciencia del ilícito ético de la apropiación indebida, de la prevaricación, de la estafa, del blanqueo de capitales, del alzamiento de bienes y no digamos de la evasión fiscal. Cuando yo terminé la Licenciatura en ADE al comienzo de los años 70, salíamos convencidos de que el buen directivo hacía empresa y no negocio, no pretendía maximizar el beneficio contable sino el beneficio empresarial total, era como el buen comandante de un buque que es el último en abandonarlo en caso de tragedia, y sólo se lanzaba a la mar una vez que se habían puesto a salvo el pasaje y la tripulación. Y esto nos generaba ilusión por ejercer de directivos y desarrollar proyectos empresariales de éxito. Hoy hay un ambiente generalizado que cree que el que no se lo lleva p’a su casa es tonto. Pero no solo lo cree el que se lo lleva sino toda lo sociedad que se vació de valores en 1989 y no los ha sustituido.’

         ‘¿Es buscar el bien mirar hacia otro lado ante incumplimientos evidentes de la Constitución o las Leyes? ¿Cuánto tiempo hace que en Cataluña o en Euskadi cuando se exhibe una bandera regional no se hace junto a la bandera de España como es preceptivo? Se deja y se deja, se permite y se permite y de aquellos `polvos vinieron estos lodos que es lo que ocurre siempre ¿Y la persecución que se hace de la lengua española en Cataluña aun siendo la lengua más hablada en el territorio? No se permite escolarizar a los niños en su lengua materna con todo lo que eso supone contra el desarrollo psicocognitivo del niño.’ Si en estos momentos los votos independentistas en Cataluña son del orden de48 % podemos estar ciertos de que en veinte años más el independentismo, dejado a su albur, habrá crecido en veinte puntos. Cataluña habrá dejado de ser España porque lo hemos consentido. Y eso es una aberración carente de todo sentido histórico, político y humano. Sobre Cataluña publiqué en el blog en noviembre de 2017 un artículo titulado “Pensamientos, sensaciones, convicciones sobre lo que estamos viviendo en Cataluña”. A él me remito para quien me quiera seguir.


         Continúo: ‘¿Se sigue la senda del bien cuando se topa uno con cerca de cincuenta directivos de Cajamadrid que disponían de fondos ilimitados mediante el uso (el abuso) de unas llamadas “tarjetas black” porque eran ocultas a todo? ¿No sabía el Presidente Terceiro, que fue quien –al parecer- las introdujo, y los siguientes, que la tesorería es un recurso escaso? Lo supieran o no, aquí se empleaba como el petróleo en Venezuela: eterno e ilimitado.’

         ‘¿Siguen la senda del bien algunos miembros de la Casa Real al incurrir en adulterio reiterado o en beneficiarse de una maquinaria de tráfico de influencias generadora de pingües beneficios todos ellos espurios en su origen? Podría hacer algunas consideraciones sobre la conducta de miembros de la realeza, pero aquí sólo quiero apuntar que si la ola de amoralidad ha llegado hasta la Casa Real es porque la nación está viviendo sin valores de arriba abajo, ‘de la princesa altiva a la que pesca en ruin barca’.

La Infanta Elena e Iñaki Urdangarín


No quiero concluir con pesimismo para el que me lea. España ha pasado épocas peores y las ha superado, pero sólo cabe superarlas como se hizo antaño. Rebotando con firmeza como pueblo, como nación, renunciar a nuestros huecos días y armarnos de moral para que volvamos a ser la nación decente y eficiente que queremos ser. Pero para eso hay que olvidarse de nuestros políticos y buscar referencias en nuevos alcaldes de Móstoles, en nuevas Agustinas de Aragón, en nuevas Piconeras de Cádiz. Tampoco estaría de más unos constituyentes en la Isla de León que hicieran una buena Constitución para mucho más de cuatro décadas contando con la experiencia de la de 1978, vigente pero incumplida a diario. Que nos contagien los unos y los otros su moral y consigan rearmarnos. Y que nos dirijan unos líderes que crean en estos valores, que no se arredren en exigir el cumplimiento de la Constitución y de las leyes. Que sean guardianes e impulsores de la decencia. Elegiremos políticos, pero de una decencia equivalente a la de la nación renovada.


Y concluyo: Me duele España, pero tengo la esperanza de que seremos capaces de rearmarnos, de ser un pueblo y una nación renovada. Como proclamó San Agustín: "No digas que el tiempo pasado fue mejor que el presente; las virtudes son las que hacen los buenos tiempos y los vicios los que los vuelven malos." 







E.L./06.06.19

lunes, 29 de abril de 2019

Tras conocerse los resultados electorales de 28.04.2019


       

       
Noche electoral. En el balcón de Ferraz


             Lo primero que se me ocurre es felicitar a Sánchez, también a Albert Rivera, y desagraviar a Tezanos; no llego a saber bien si iba encaminado en la dirección correcta o si el camino que trazó ha servido al electorado para que llegara a las conclusiones conocidas.

         A partir de ahí, creo que los partidos de derecha han planteado estas elecciones, o contra sí mismos o con un análisis político equivocado de la situación española.

         Es difícil de entender que PP. C’s y VOX no hubieran decidido en su momento acudir en una coalición electoral si lo que pretendían de verdad (y no con la boca pequeña) era remover a Sánchez del Gobierno. Y, mucho más, sabiendo cómo se las gasta Pedro Sánchez, que viene aliándose con el diablo para mantenerse desde la moción de censura y más allá.

         El resultado ha sido el de un batacazo sin precedentes para el PP, sólo comparable al desmoronamiento de la UCD de muchos años atrás. Pero yo, que nunca me he dedicado a la política ni valgo para ella, me planteo lo siguiente: un partido que en los últimos años –hasta gobernando con mayoría absoluta- ha tenido a Rajoy sumido en siestas interminables sin afrontar los asuntos de España; que el mismo Rajoy renunció a dimitir para evitar la moción de censura que encumbró al Gobierno a Sánchez con los apoyos de indeseables conocidos (que ya no nombro por reiterados); un partido que ha estado sumido en la corrupción sistemática –la mayor tras la del PSOE con los ERES en Andalucía-; un partido que está estrenando Presidente y nuevos cuadros ¿es bueno que se presente en solitario a las elecciones o hubiera sido de más eficacia acudir a las elecciones en compañía de otras y con algo más de cobertura?

         Nótese que el número de escaños obtenido por la derecha (PP, Vox y C’s) ha sido 147 frente a 158 de la izquierda (PSOE y Unidas podemos). Sin embargo, en número de votos hay un empate que se inclina hacia la derecha: 11.169 miles de votos frente a 10.598 miles de votos. Así las cosas la diferencia en escaños hubiera sido diferente tras una coalición de la derecha o la no aplicación de la ley D'Hont, si tenemos en cuenta que cerca de 600.000 sufragios para VOX se han ido por el desagüe en más de 30 circunscripciones.

         Leía esta mañana a Pedo J. Ramírez que ve las causas del resultado electoral, tan malo para la derecha, en Rajoy por no dimitir a tiempo para evitar la moción de censura y en VOX, que ha provocado una dispersión del voto que ha terminado por apuntillar al PP.

         VOX y Podemos son dos partidos populistas, ambos nacidos al comienzo de 2014 para dar cauce al abatimiento de los seguidores de los dos grandes partidos nacionales infectados de corrupción hasta eltuétano. Surgieron en los dos extremos del espectro político y han dado el juego que han dado: VOX no se presentó a las elecciones de 2015 y 2016 más que de manera muy leve y sólo en Madrid, donde obtuvo 58.000 y 47.000 votos sucesivamente. Podemos, ya en 2015 y 2016 obtuvo 3.200.000 y ayer hasta 3.100.000. De su su techo de 42 diputados, UP ha bajado a 35. VOX ha conseguido 24 quebrando de forma grave sus expectativas, aunque partiendo de cero, con que sólo hubiera conseguido un escaño su mejoría hubiera sido infinita, matemáticamente hablando.

         La audacia de Sánchez ha conseguido hacer del PSOE el partido verdaderamente populista, refugio de los demás y eliminando las distorsiones producidas por las dos formaciones que nacieron con esa vocación populista. Y así ha hecho renacer al PSOE, un PSOE sin ideología con las reivindicaciones a la carta que la sociedad reclama. La sociedad, como es habitual, no está por los grandes valores sino por ver aseguradas las condiciones de vida que hoy tiene y poco más.

         ¡Ojalá! que esto sea posible con el nuevo gobierno que presida Pedro Sánchez.


















E.L./29.04.2019

viernes, 26 de abril de 2019

Jornada de reflexión

Urna electoral


           Con las elecciones generales que celebraremos mañana el mejor resultado que podamos obtener los españoles es el que al acabar la jornada los políticos –todos los políticos, comenzando por el Gobierno- escuchen un clamor vergonzante de reproche que les grite: ‘Ya está bien.’

           Ya está bien de que hace décadas se mercadee con separatistas y/o antiespañoles cediendo soberanía nacional a cambio de apoyos para gobernar. Se ha venido cediendo soberanía otorgando competencias autonómicas, indebidamente; cediendo a chantajes intolerables, con la puesta a disposición de recursos del Estado que no puede permitirse rehusar.

           Ya está bien de tolerar insultos, vejaciones a los españoles a sus instituciones, el ninguneo de la lengua española, de las fuerzas armadas y de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, las agresiones a personas y bienes de quienes no comulgan con los enemigos de España, las agresiones a formaciones políticas que defienden la Constitución y el estado de derecho siendo conscientes que fuera de la ley sólo está la selva y su ley del más fuerte. Y no es que no existan leyes contra estos atropellos, es (y esto es muchísimo peor) que no se aplican o hasta se aplican de manera tramposa.

           Ya está bien de tolerar tanta delincuencia, organizada o no: ‘okupas’, violadores en manada, salteadores de ancianos y personas menos capacitadas, asalto a los bienes, atentados contra la naturaleza.

           Ya está bien de no imponer la fuerza del Estado, lo que viene suponiendo una abdicación ‘stricto senso’ de las funciones de gobierno.

           Ya está bien de corrupción en los que llegan a ostentar los poderes públicos. Tan grave, tan sistémica y tan notoria ha sido que propició la emergencia en la misma fecha de dos partidos populistas a cada lado del espectro político, para dar cauce a tanto desánimo entre la ciudadanía, pero que distorsionan de una manera sensible los extremos del espectro.

           Quien esté dispuesto a gobernar España ha de estar resuelto a vivir de forma austera, con renuncias, fortaleza, altura de miras y sacrificio a cambiar las tornas de una manera total, convencido él mismo de que ‘Ya está bien’ y que a él –y sólo a él, con las ayudas que tenga por conveniente- le corresponde dirigir el cambio radical. Sepamos, al ir a depositar nuestro voto, lo que nos dejó dicho Confucio en su sabiduría: “Quien se controla a sí mismo y por el bien, no tendrá dificultad alguna para gobernar con eficacia. Al que no sabe gobernarse a sí mismo, le resultará imposible ordenar la conducta de los demás hombres.” Todos sabemos de qué pie cojea cada uno de los candidatos, votemos de manera responsable.

           Buena jornada de reflexión.

           Buena jornada electoral, de la que obtengamos un clamoroso ‘Ya está bien’.











E.L./26.04.2019

viernes, 19 de abril de 2019

Notas sobre el documento de Ratzinger sobre abusos a menores por parte de eclesiásticos


         
Ratzinger, el papa emérito Benedicto XVI

             En primer lugar debo decir que he estado leyendo el documento con pena.

         Ignoro la motivación de Ratzinger al publicarlo y las presiones que haya podido padecer. A los 92 años se sufre más con ellas. En todo caso:


  •  parece sospechoso que antes de su publicación en la revista bávara a la que iba dirigido fuera filtrado a medios norteamericanos radicalmente antifrancisco
  •  y más sospechoso, aún, que al final del documento haga un agradecimiento al papa Francisco como el que hace, que consiste en una “excusatio non petita” a tenor del contexto en que se inscribe

         En cuanto al tema de fondo, la Iglesia debe siempre, por deseo del Señor, “estar en el mundo sin ser del mundo” (Jn. 17, 15-16) y en los momentos en que más cuesta, en las crisis, en las revoluciones sociales…tiene que reforzar sus cimientos y alzar los dinteles de sus puertas.


       Se refiere a que la crisis de la pederastia en sacerdotes y religiosos trae causa de los efectos malvados de la revolución del mayo 68 francés. Alguna leve alusión que hace al Concilio me parece mala y peligrosa para la fe.

         Dudo que haya que abandonar una ética informada por la Escritura y volver a la ley natural, donde se encontraba a gusto. Es más: cada vez estoy más convencido de que la ética metafísica es idéntica a la ética cristiana, salvo en una cuestión, la obligación del cristiano, no sólo de perdonar al enemigo sino de amarlo. Este punto tan vital –como otros- no lo recogeríamos si se nos ocurriera prescindir del Evangelio.

         En todo caso, no deja de ser un golpe bajo a Francisco que no aporta nada bueno al entendimiento eclesial.

         Y un último interrogante ¿por qué estuvo tan callado sobre el asunto durante siete años de pontificado?






E.L/17.04.19