viernes, 26 de abril de 2019

Jornada de reflexión

Urna electoral


           Con las elecciones generales que celebraremos mañana el mejor resultado que podamos obtener los españoles es el que al acabar la jornada los políticos –todos los políticos, comenzando por el Gobierno- escuchen un clamor vergonzante de reproche que les grite: ‘Ya está bien.’

           Ya está bien de que hace décadas se mercadee con separatistas y/o antiespañoles cediendo soberanía nacional a cambio de apoyos para gobernar. Se ha venido cediendo soberanía otorgando competencias autonómicas, indebidamente; cediendo a chantajes intolerables, con la puesta a disposición de recursos del Estado que no puede permitirse rehusar.

           Ya está bien de tolerar insultos, vejaciones a los españoles a sus instituciones, el ninguneo de la lengua española, de las fuerzas armadas y de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, las agresiones a personas y bienes de quienes no comulgan con los enemigos de España, las agresiones a formaciones políticas que defienden la Constitución y el estado de derecho siendo conscientes que fuera de la ley sólo está la selva y su ley del más fuerte. Y no es que no existan leyes contra estos atropellos, es (y esto es muchísimo peor) que no se aplican o hasta se aplican de manera tramposa.

           Ya está bien de tolerar tanta delincuencia, organizada o no: ‘okupas’, violadores en manada, salteadores de ancianos y personas menos capacitadas, asalto a los bienes, atentados contra la naturaleza.

           Ya está bien de no imponer la fuerza del Estado, lo que viene suponiendo una abdicación ‘stricto senso’ de las funciones de gobierno.

           Ya está bien de corrupción en los que llegan a ostentar los poderes públicos. Tan grave, tan sistémica y tan notoria ha sido que propició la emergencia en la misma fecha de dos partidos populistas a cada lado del espectro político, para dar cauce a tanto desánimo entre la ciudadanía, pero que distorsionan de una manera sensible los extremos del espectro.

           Quien esté dispuesto a gobernar España ha de estar resuelto a vivir de forma austera, con renuncias, fortaleza, altura de miras y sacrificio a cambiar las tornas de una manera total, convencido él mismo de que ‘Ya está bien’ y que a él –y sólo a él, con las ayudas que tenga por conveniente- le corresponde dirigir el cambio radical. Sepamos, al ir a depositar nuestro voto, lo que nos dejó dicho Confucio en su sabiduría: “Quien se controla a sí mismo y por el bien, no tendrá dificultad alguna para gobernar con eficacia. Al que no sabe gobernarse a sí mismo, le resultará imposible ordenar la conducta de los demás hombres.” Todos sabemos de qué pie cojea cada uno de los candidatos, votemos de manera responsable.

           Buena jornada de reflexión.

           Buena jornada electoral, de la que obtengamos un clamoroso ‘Ya está bien’.











E.L./26.04.2019

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