martes, 15 de enero de 2019

George Soros

George Soros


         Intenté debatir, días atrás, en FB, en el muro de una amiga que había compartido el artículo de un blog cuyo titular era el siguiente: “George Soros tiene bajo control a 226 políticos de Europa, entre ellos los españoles Pablo Iglesias, Javier Couso, Elena Valenciano, Javier Nart, diputados del PP y otros”. Y yo manifesté, me pregunté, ante tamaño bulo: “¿Nos abstendremos en algún momento de propalar mensajes tóxicos, además de falsos? ¡Ójala! llegue ese día. ” El debate no fue posible; a lo más que se llegó es al “y tú más” y al insulto personal al disidente (sic) Este de Soros es uno de los innumerables bulos que circulan. Voy a hacer un planteamiento del asunto de los bulos y más tarde describiré y valoraré, siempre a mi modo de ver, las pretendidas andanzas de Soros.
         Los bulos son antiguos como la humanidad, pero en la actualidad, a base de páginas webs de “todo a cien” y a través de las redes sociales se propalan abundantemente y la gente los cita, en su escasa formación y de la manera más acrítica posible, como si citaran a Cervantes, a Shakespeare o a Dostoievsky. Y estos que los citan (no sé si de buena o mala fe ni me corresponde a mí juzgarlo) se afilian a unos u otros según sus veleidades dizque políticas (la política es una disciplina noble y no asquerosa como lo son estas falsedades) Pues bien, como ya es sabido que con cada arma nace su contra-arma, a las páginas que propalan los bulos les siguen aquellas cuyo objetivo es desmontar los bulos. Así, por ejemplo, a “Caso Aislado”, una página que se edita en Valencia, gran fabricante de bulos, ha venido a contrarrestarla otra que se llama “Maldito bulo”, que la tilda de ser la mayor máquina de bulos que existe. Ayer por la mañana, sin ir más lejos, “Caso aislado” ha hecho público de manera temeraria el incendio en la finca de Morante de la Puebla en la provincia de Sevilla, imputándolo a radicales de izquierda. La realidad es que el incendio lo ha producido un calentador eléctrico en malas condiciones según datos de la investigación. “Caso aislado” ha cambiado ya el titular falso, una vez desmontada la falsedad por “Maldito bulo.”
         Pues bien, los bulos que se trasladan a las redes sociales se convierten en mantras que se van repitiendo por los usuarios por causa de la consistencia lanar que tiene el ser humano cuando se une a otros de forma acrítica y pierde su autonomía, su libertad y consecuentemente su naturaleza. Por ejemplo, en FB se repite una y otra vez hasta el agotamiento el hecho de que el algoritmo que emplea empece que se puedan ver publicaciones de todos los contactos porque sólo opera para que se vean unas cuantas de manera restringida y se arbitra una escaramuza más que ridícula para derrotar a los administradores de FB (sic), sin siquiera sospechar -en su ignorancia-, que FB empleará los algoritmos que crea convenientes siempre, hagan o no hagan tonterías sus usuarios para cambiarlo. También hay otro muy extendido, impregnado de un buenismo impostado, con un español más iberoamericano que de España, que comienza acompañando a un amigo a recoger una biopsia. Ante su tranquilidad, piensa que el resultado ha sido negativo y sin embargo fue positivo. Se hacen loas a la fortaleza, a la humanidad del paciente y cantos a los enfermos de cáncer. Estoy seguro de que todas las mamarrachadas que se dicen hacen daño, molestan, a aquellos usuarios de FB que lo leen y están en tratamiento contra el cáncer: ahí no hay buenismos ni brindis al sol, sólo hay una lucha a cara de perro contra la enfermedad con los mejores medios posibles y la mejor actitud de que seamos capaces. Yo he padecido dos tumores y sé de lo que hablo. Por fin, el mantra relativo a George Soros, al que se le considera culpable de los males del mundo civilizado, al que quiere destruir.
         Como decía al comienzo, se dice y se repite que tiene bajo control a 226 políticos europeos, entre ellos varios españoles. Todo el mundo odia a Soros (este es el título de un artículo de El Mundo de 05.10.2018 escrito por José F. Leal) El lobby israelí cree y difunde que el financiero es un peligroso antisemita y por eso lo odia. Nótese que Soros es de origen judío.
         Se le tacha de izquierdista, ultraliberal, sociópata, mesiánico, conspirador, maligno…Un supervillano. El autor de “La alquimia de  las finanzas” se ha convertido en el comodín del público y de mi amiga de FB (y sus correligionarios de que hablaba al comienzo) que lleva cincuenta años soliviantando el planeta. Como rey de las tramas mundiales, estaría detrás de la caída del comunismo y del muro de Berlín, del derrocamiento de Dilma Rousseff, del tráfico mundial de drogas, de las terapias del “shock”, de la crisis europea de los refugiados, del levantamiento del embargo a Irán y de la guerra en Ucrania. Es difícil de explicar por qué todo el mundo ama a Warren Buffett y detesta a Soros: misma actividad, de la misma edad, superbillonarios los dos…

         El escritor judío Michael Gold proclamó en los años 20 que “Norteamérica es tan rica y opulenta porque se ha comido la tragedia de millones de emigrantes.” Esto es lo que piensa Soros de las gentes que pueblan Europa hoy y en septiembre pasado envió una carta al Wall Street Journal, titulada “Por qué estoy invirtiendo 500 millones en los refugiados. Soros se convertía así en el primer gran actor privado en acudir a la “llamada a la acción” de Obama para afrontar la crisis de los refugiados no sólo desde lo público. “Invertiré en startups, empresas, iniciativas sociales y otros negocios fundados por los propios refugiados”, señaló. El tema de las migraciones de hoy (de los refugiados) es el tema esencial de la humanidad, como señala Antonio Garrigues y recojo yo al comienzo de mi artículo “Las migraciones, hoy”, cuyo enlace a mi blog es el siguiente: https://enriquelavilla.blogspot.com/2019/01/las-migraciones-hoy_3.html.

         El primer ministro de Hungría, el ultraderechista Victor Orban, contempla estas acciones como desestabilizadoras. A pesar de que Soros es húngaro de nacimiento, Orban considera que Soros está detrás de los Clinton y de su idea de desestabilizar a Europa y lo culpa de que un millón de musulmanes hayan entrado en Europa (sic)

         En 2014, Putin expulsó a Soros de Rusia por apoyar a Ucrania. Últimamente allí se le acusa de conchabarse con la CIA en el caso de los Papeles de Panamá. Para Soros, en cambio, Putin es una amenaza mayor para Europa que el IS, ateniéndose a los bombardeos en Siria y a su papel en la guerra de Ucrania.

         En Estados Unidos los republicanos creen que Soros piensa y Obama actúa y por eso lo odian allí. Ciertamente está vinculado al partido demócrata y ha invertido en campañas presidenciales a favor de John Kerry y Barak Obama enfrentándose a Bush,

         Los antidroga lo odian porque es partidario de la legalización del cannabis y le consideran su peor enemigo: Sam Action, lobbies del alcohol y del tabaco, gran parte del sector farmacéutico, sindicatos de policía, de trabajadores de prisiones privadas y de vigilantes de prisiones, la liga californiana de correccionales y la poderosa ONG carcelaria Correction Corporation of America.

         El pensamiento de Soros está centrado en que capitalismo y democracia deben ir de la mano y en el concepto de “sociedad abierta” descrita por el liberal Karl Popper, que fue su maestro en Londres, cuando estudiaba en la London School of Economics. Esta idea choca con no pocas fuentes de poder. Dos de ellas son la industria pesada y las compañías eléctricas en Estados Unidos. Soros ha donado en los últimos años decenas de millones de dólares a favor de la defensa del cambio climático y por eso lo odian.

         Uno de los campos de actividad recientes de las Open society foundations es la iglesia católica. Soros financió con 650.000 dólares la visita del papa Francisco a Estados Unidos en septiembre de 2015. Los elementos más recalcitrantes de la iglesia, el clero polaco y el clero irlandés, por ejemplo, piensan que busca demonizarles apoyando a colectivos LGTBI, proeutanasia y proaborto y algunos obispos provida anticipan que arderá en el infierno por aportar 1 millón de dólares al movimiento abortista. Los católicos más recalcitrantes, repito, creen que Soros es un ateo militante desestabilizador y por eso lo odian.

         En definitivo, Soros, a base de especulación financiera, es una de las primeras fortunas del planeta y consiguió llevar a la bancarrota al Banco de Inglaterra en 1992, dos años después del establecimiento del ERM, en que la esterlina se situó sobrevalorada. El 16 de septiembre, conocido como el miércoles negro, Soros –que había detectado el error de sobrevaloración- actuó  contra Inglaterra con una apuesta de 10.000 millones de dólares. Eso costó al Reino Unido 3.330 millones de libras mientras que Quantum Fund, el fondo de Soros, ganó 7.000 millones.

         Si uno entra en foros conspiranoicos o en redes sociales como FB, Twitter o Reddit, puede leer relatos de Soros que lo dibujan como un Señor Oscuro de novela dispuesto a moldear el mundo a su gusto. Es el llamado NWO, una conspiración según la cual estaría detrás de todo lo que no puede gustarle a uno: desde la ola de corrección política, del feminismo, de la obsesión por la diversidad racial y todo el movimiento Social Justice Warrior, movimientos animalistas, antirreligiosos a movimientos globalistas. En España se le ha acusado de estar detrás de Podemos y de financiar al Diario.es y también de haber sido la mano que ha apoyado al independentismo catalán.

         Llegado a este punto yo me hago esta pregunta que se hacían los penalistas romanos en la época clásica para descubrir al delincuente: Cui prodest? ¿A quién beneficia culpar a Soros de todos nuestros males? En el caso español, me parece claro que, una vez que Podemos fue desenmascarado en su financiación por parte de Venezuela a Irán volcar humo sobre ésta parece conveniente a los intereses podemitas. Para cualquiera es siempre deseable tener a un responsable fuera de la trama, al que se demonice y se haga responsable de las tropelías de uno mismo.

         No cabe duda de que Soros es un personaje que tiene mucho de turbio; sin embargo, de ahí a convertirle en una fuerza de la naturaleza capaz de modificar él solo y a golpe de talonario toda una sociedad se antoja algo exagerado. Soros puede ser un tiburón, un tiburón muy grande, pero incluso siendo un megalodón no puedes comerte el mundo tú solo y siempre encontrarás fuerzas contrarias con capacidades no muy distintas a ti.

         Con estas líneas sólo he pretendido ayudar a no caer en los mantras que se reiteran hasta el hastío en las redes por causa de nuestra condición lanar, contra la que tenemos que luchar cada día. No he pretendido contentar a nadie. Entre otras razones porque, como decía Marías: “No se debe intentar contentar a los que no se van a contentar.”



E.L./15.01.2019

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