George Soros |
Intenté debatir, días atrás, en FB, en el muro de una amiga
que había compartido el artículo de un blog cuyo titular era el siguiente: “George Soros tiene bajo control a 226
políticos de Europa, entre ellos los españoles Pablo Iglesias, Javier Couso,
Elena Valenciano, Javier Nart, diputados del PP y otros”. Y yo manifesté,
me pregunté, ante tamaño bulo: “¿Nos abstendremos en algún momento de propalar
mensajes tóxicos, además de falsos? ¡Ójala! llegue ese día. ” El debate no fue
posible; a lo más que se llegó es al “y tú más” y al insulto personal al
disidente (sic) Este de Soros es uno de los innumerables bulos que circulan.
Voy a hacer un planteamiento del asunto de los bulos y más tarde describiré y
valoraré, siempre a mi modo de ver, las pretendidas andanzas de Soros.
Los bulos son antiguos como
la humanidad, pero en la actualidad, a base de páginas webs de “todo a cien” y
a través de las redes sociales se propalan abundantemente y la gente los cita,
en su escasa formación y de la manera más acrítica posible, como si citaran a
Cervantes, a Shakespeare o a Dostoievsky. Y estos que los citan (no sé si de
buena o mala fe ni me corresponde a mí juzgarlo) se afilian a unos u otros
según sus veleidades dizque políticas (la política es una disciplina noble y no
asquerosa como lo son estas falsedades) Pues bien, como ya es sabido que con
cada arma nace su contra-arma, a las páginas que propalan los bulos les siguen
aquellas cuyo objetivo es desmontar los bulos. Así, por ejemplo, a “Caso
Aislado”, una página que se edita en Valencia, gran fabricante de bulos, ha
venido a contrarrestarla otra que se llama “Maldito bulo”, que la tilda de ser
la mayor máquina de bulos que existe. Ayer por la mañana, sin ir más lejos, “Caso
aislado” ha hecho público de manera temeraria el incendio en la finca de
Morante de la Puebla en la provincia de Sevilla, imputándolo a radicales de
izquierda. La realidad es que el incendio lo ha producido un calentador
eléctrico en malas condiciones según datos de la investigación. “Caso aislado”
ha cambiado ya el titular falso, una vez desmontada la falsedad por “Maldito
bulo.”
Pues bien, los bulos que se
trasladan a las redes sociales se convierten en mantras que se van repitiendo
por los usuarios por causa de la consistencia lanar que tiene el ser humano
cuando se une a otros de forma acrítica y pierde su autonomía, su libertad y consecuentemente
su naturaleza. Por ejemplo, en FB se repite una y otra vez hasta el agotamiento
el hecho de que el algoritmo que emplea empece que se puedan ver publicaciones
de todos los contactos porque sólo opera para que se vean unas cuantas de
manera restringida y se arbitra una escaramuza más que ridícula para derrotar a
los administradores de FB (sic), sin siquiera sospechar -en su ignorancia-, que
FB empleará los algoritmos que crea convenientes siempre, hagan o no hagan
tonterías sus usuarios para cambiarlo. También hay otro muy extendido,
impregnado de un buenismo impostado, con un español más iberoamericano que de
España, que comienza acompañando a un amigo a recoger una biopsia. Ante su
tranquilidad, piensa que el resultado ha sido negativo y sin embargo fue
positivo. Se hacen loas a la fortaleza, a la humanidad del paciente y cantos a
los enfermos de cáncer. Estoy seguro de que todas las mamarrachadas que se
dicen hacen daño, molestan, a aquellos usuarios de FB que lo leen y están en
tratamiento contra el cáncer: ahí no hay buenismos ni brindis al sol, sólo hay
una lucha a cara de perro contra la enfermedad con los mejores medios posibles
y la mejor actitud de que seamos capaces. Yo he padecido dos tumores y sé de lo
que hablo. Por fin, el mantra relativo a George Soros, al que se le considera
culpable de los males del mundo civilizado, al que quiere destruir.
Como decía al comienzo, se
dice y se repite que tiene bajo control a 226 políticos europeos, entre ellos
varios españoles. Todo el mundo odia a Soros (este es el título de un artículo
de El Mundo de 05.10.2018 escrito por José F. Leal) El lobby israelí cree y
difunde que el financiero es un peligroso antisemita y por eso lo odia. Nótese
que Soros es de origen judío.
Se le tacha de izquierdista,
ultraliberal, sociópata, mesiánico, conspirador, maligno…Un supervillano. El
autor de “La alquimia de las finanzas”
se ha convertido en el comodín del público y de mi amiga de FB (y sus
correligionarios de que hablaba al comienzo) que lleva cincuenta años
soliviantando el planeta. Como rey de las tramas mundiales, estaría detrás de
la caída del comunismo y del muro de Berlín, del derrocamiento de Dilma
Rousseff, del tráfico mundial de drogas, de las terapias del “shock”, de la
crisis europea de los refugiados, del levantamiento del embargo a Irán y de la
guerra en Ucrania. Es difícil de explicar por qué todo el mundo ama a Warren
Buffett y detesta a Soros: misma actividad, de la misma edad, superbillonarios
los dos…
El escritor judío Michael Gold proclamó
en los años 20 que “Norteamérica es tan rica y opulenta porque se ha comido la
tragedia de millones de emigrantes.” Esto es lo que piensa Soros de las gentes
que pueblan Europa hoy y en septiembre pasado envió una carta al Wall Street
Journal, titulada “Por qué estoy invirtiendo 500 millones en los refugiados.
Soros se convertía así en el primer gran actor privado en acudir a la “llamada
a la acción” de Obama para afrontar la crisis de los refugiados no sólo desde
lo público. “Invertiré en startups, empresas, iniciativas sociales y otros
negocios fundados por los propios refugiados”, señaló. El tema de las
migraciones de hoy (de los refugiados) es el tema esencial de la humanidad,
como señala Antonio Garrigues y recojo yo al comienzo de mi artículo “Las
migraciones, hoy”, cuyo enlace a mi blog es el siguiente: https://enriquelavilla.blogspot.com/2019/01/las-migraciones-hoy_3.html.
El primer ministro de Hungría, el
ultraderechista Victor Orban, contempla estas acciones como desestabilizadoras.
A pesar de que Soros es húngaro de nacimiento, Orban considera que Soros está
detrás de los Clinton y de su idea de desestabilizar a Europa y lo culpa de que
un millón de musulmanes hayan entrado en Europa (sic)
En 2014, Putin expulsó a Soros de Rusia
por apoyar a Ucrania. Últimamente allí se le acusa de conchabarse con la CIA en
el caso de los Papeles de Panamá. Para Soros, en cambio, Putin es una amenaza
mayor para Europa que el IS, ateniéndose a los bombardeos en Siria y a su papel
en la guerra de Ucrania.
En Estados Unidos los republicanos
creen que Soros piensa y Obama actúa y por eso lo odian allí. Ciertamente está
vinculado al partido demócrata y ha invertido en campañas presidenciales a
favor de John Kerry y Barak Obama enfrentándose a Bush,
Los antidroga lo odian porque es
partidario de la legalización del cannabis y le consideran su peor enemigo: Sam
Action, lobbies del alcohol y del tabaco, gran parte del sector farmacéutico,
sindicatos de policía, de trabajadores de prisiones privadas y de vigilantes de
prisiones, la liga californiana de correccionales y la poderosa ONG carcelaria
Correction Corporation of America.
El pensamiento de Soros está centrado
en que capitalismo y democracia deben ir de la mano y en el concepto de
“sociedad abierta” descrita por el liberal Karl Popper, que fue su maestro en
Londres, cuando estudiaba en la London School of Economics. Esta idea choca con
no pocas fuentes de poder. Dos de ellas son la industria pesada y las compañías
eléctricas en Estados Unidos. Soros ha donado en los últimos años decenas de
millones de dólares a favor de la defensa del cambio climático y por eso lo
odian.
Uno de los campos de actividad
recientes de las Open society foundations es la iglesia católica. Soros
financió con 650.000 dólares la visita del papa Francisco a Estados Unidos en
septiembre de 2015. Los elementos más recalcitrantes de la iglesia, el clero
polaco y el clero irlandés, por ejemplo, piensan que busca demonizarles apoyando
a colectivos LGTBI, proeutanasia y proaborto y algunos obispos provida
anticipan que arderá en el infierno por aportar 1 millón de dólares al
movimiento abortista. Los católicos más recalcitrantes, repito, creen que Soros
es un ateo militante desestabilizador y por eso lo odian.
En definitivo, Soros, a base de
especulación financiera, es una de las primeras fortunas del planeta y
consiguió llevar a la bancarrota al Banco de Inglaterra en 1992, dos años
después del establecimiento del ERM, en que la esterlina se situó
sobrevalorada. El 16 de septiembre, conocido como el miércoles negro, Soros
–que había detectado el error de sobrevaloración- actuó contra Inglaterra con una apuesta de 10.000
millones de dólares. Eso costó al Reino Unido 3.330 millones de libras mientras
que Quantum Fund, el fondo de Soros, ganó 7.000 millones.
Si uno entra en foros conspiranoicos o
en redes sociales como FB, Twitter o Reddit, puede leer relatos de Soros que lo
dibujan como un Señor Oscuro de novela dispuesto a moldear el mundo a su gusto.
Es el llamado NWO, una conspiración según la cual estaría detrás de todo lo que
no puede gustarle a uno: desde la ola de corrección política, del feminismo, de
la obsesión por la diversidad racial y todo el movimiento Social Justice
Warrior, movimientos animalistas, antirreligiosos a movimientos globalistas. En
España se le ha acusado de estar detrás de Podemos y de financiar al Diario.es y
también de haber sido la mano que ha apoyado al independentismo catalán.
Llegado a este punto yo me hago esta pregunta
que se hacían los penalistas romanos en la época clásica para descubrir al delincuente:
Cui prodest? ¿A quién beneficia culpar a Soros de todos nuestros males? En el caso
español, me parece claro que, una vez que Podemos fue desenmascarado en su financiación
por parte de Venezuela a Irán volcar humo sobre ésta parece conveniente a los intereses
podemitas. Para cualquiera es siempre deseable tener a un responsable fuera de la
trama, al que se demonice y se haga responsable de las tropelías de uno mismo.
No cabe duda de que Soros es un personaje
que tiene mucho de turbio; sin embargo, de ahí a convertirle en una fuerza de la
naturaleza capaz de modificar él solo y a golpe de talonario toda una sociedad se
antoja algo exagerado. Soros puede ser un tiburón, un tiburón muy grande, pero incluso
siendo un megalodón no puedes comerte el mundo tú solo y siempre encontrarás fuerzas
contrarias con capacidades no muy distintas a ti.
Con estas líneas sólo he pretendido ayudar
a no caer en los mantras que se reiteran hasta el hastío en las redes por causa
de nuestra condición lanar, contra la que tenemos que luchar cada día. No he pretendido
contentar a nadie. Entre otras razones porque, como decía Marías: “No se debe
intentar contentar a los que no se van a contentar.”
E.L./15.01.2019
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