jueves, 19 de octubre de 2017

La Autenticidad, signo de la felicidad humana


 
Despojándose de una máscara


         Hace poco menos de un mes dejé escritas en este mismo blog mis convicciones sobre la felicidad: en qué consiste, si se la puede considerar camino además de meta y cuál es la opinión de reconocidos pensadores que han trabajado sobre ella.

         Dejé bien claro que entre las dos corrientes de pensamiento que han definido la felicidad en Occidente, desde nuestros días hasta Sócrates incluido, yo tomaba partido y partido en serio por aquella que contempla la felicidad como la actitud constante de ser fiel a uno mismo y a su propia vocación.

         Pues bien, esto comporta unas consecuencias, de entre las cuales la Autenticidad palpable en un hombre o una mujer destaca como condición necesaria de la felicidad o como señal inequívoca de ella.

         Autenticidad es la calidad de lo auténtico; esto es: de lo acreditado como cierto y verdadero por los caracteres o requisitos que en ello concurren. Podemos decir, por ejemplo, que es un goya auténtico o que tal gema se trata de una esmeralda auténtica. Si lo trasladamos a lo humano, en una primera aproximación, recomendar a alguien sé tú mismo es una invitación a la Autenticidad. Y ese sé tú mismo no se refiere a la indumentaria, al porte externo, que también. Se refiere a la persona toda y por lo tanto a todo lo que guarda en su interior. Una persona auténtica hace lo que los demás esperan de ella. La Autenticidad es ser realmente uno mismo y del todo en cada situación, no es Autenticidad si brota de un automatismo, es decir que se trata de algo adquirido, algo extraño a uno mismo, aunque esté incorporado a uno mismo de una manera voluntaria, esforzada y consecuente.

         Ni siquiera la sinceridad es lo mismo que la autenticidad. Sinceridad significa que una persona, al expresarse, no engaña, que habla de acuerdo con lo que siente, con lo que ve. Pero esto no basta para que la persona sea auténtica. La Autenticidad en palabras de Julián Marías es el vivir del hombre desde sí mismo.

         La autenticidad es una respuesta inmediata, directa, inteligente, sencilla, ante cada situación. Es una respuesta que se produce instantáneamente desde lo más profundo del ser, una respuesta que es completa en sí misma, y que, por lo tanto, no deja residuo, no deja energía por solucionar, no deja emociones o aspectos por resolver. Es algo que, por el hecho de ser acción total, una acción en que la persona lo expresa y lo da todo, liquida la situación en el mismo instante y genera confianza.

         La autenticidad es lo más sencillo que hay, porque es lo que surge después de que se ha eliminado lo complejo, lo compuesto, lo adquirido.

         La Autenticidad es inherente al proceso de desarrollo y al llegar a ser auténtico llegas a ser la persona para la que fuiste creado. Me interesa remarcar en este punto que una de las características propias de la persona es que es un ser viniente, no está nunca acabada y eso le permite unas posibilidades inusitadas. De las que carece cualquiera de las especies animales, y que permite al hombre y a la mujer poder rectificar, pedir perdón, tomar nuevas trayectorias. Estoy persuadido de que la persona vive en una paradoja (vive en muchas) por la que se siente inmensamente pequeña, pero al mismo tiempo llamada a la infinitud. Creo que esto anda en los alrededores de lo que estamos tratando.

         Autenticidad significa vivir conscientemente con una marca propia sobre lo que hacemos. Una persona Auténtica no teme lo que pueda llegar a su vida, no teme los resultados porque conoce y confía en lo que hace. Cuando eres auténtico dejas de hacer lo que todos hacen, dejas de caminar regido por paradigmas y aplicas más bien la conciencia a tu vida.

         La Autenticidad es ser y estar en el centro, por lo tanto en el punto óptimo para encaminarse en cualquier dirección, al mismo tiempo, una experiencia constante de satisfacción, de gozo, de felicidad, porque se está viviendo ese contenido profundo, ese contenido de plenitud.

         La Autenticidad, que es inherente al proceso de desarrollo de la persona, se produce en el momento en que su estado de madurez le ha permitido sentir y ser consciente de su felicidad, para lo cual la Autenticidad probada es un ingrediente más de aquella.

         Seamos felices y, por ello, seamos auténticos.










E.L./19.10.2017

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